En nuestro pequeño taller, cinco de nosotros nos propusimos lograr lo imposible: crear un ventilador capaz de resistir el calor extremo. Fracaso tras fracaso puso a prueba nuestra voluntad, pero nunca nos rendimos. Hoy, nuestro ventilador funciona con fuerza a 150 °C — inquebrantable, confiable y diseñado para rendir donde otros no pueden. Esto es más que un producto. Es un testimonio de persistencia, trabajo en equipo y una visión lo suficientemente audaz como para revolucionar el mercado.